Una temporada algo dura para mi...

En estas fechas (inicio de colegio) suelo tener una de mis etapas más duras del año y más desagradables, familiarmente hablando; es por ello que no he continuado con el blog como hubiera querido, pero ya voy saliendo de ello y prometo ponerme al día y escribir todo lo que no he dicho de septiembre para acá.
Primero creo que debo explicar un pelín los motivos de mi bajón de "temporada escolar":
Pues bien cada inicio de curso nos toca hacer el recorrido correspondiente de especialistas (o eso dicen) con sus correspondientes "consejos, apreciaciones (normalmente muy diferentes cada una de ellas), opiniones, tratamientos, adaptaciones curriculares...sobre Gemma".
A ver si hago memoria... nos hemos reunido con su psicóloga que opina que los arranques un pelín violentos y rebeldes que padece y padecemos los que estamos a su alrededor desde marzo se deben a la sobrecarga de esfuerzo y trabajo a la que estaba sometida el curso pasado (sus horas de colegio, 3 horas semanales de educación especial, 2 de logopedia, 1 de psicológa y 1 de lectoescriptura... y alguna cosa más que se me debe de pasar); nos hemos reunido con la nueva logopeda (no la que hace el tratamiento habitual de Gemma si no con la que le mira el tema físico que pertenece al hospital) opina que la niña del tema neurológico está recuperadísima y que ese mismo daño que tuvo en su día le provocó algun tipo de malformación el ojo (que deberían haber detectado hace almenos tres años en el colegio) y que, por ello, no debería adaptarse a oral una parte de la educación si no el cien por cien hasta que no hiciera un tratamiento de gimnasia ocular completo ya que por más que se la presione no leerá hasta que no tenga un campo de visión completo (o almenos no al nivel que le exigen, ya que mas o menos lee aunque no entienda), resultado: debe realizarse una optometría; nos hemos reunido con el equipo privado que la trataba el año pasado y entre todos (estos son los que, contrariamente a lo que debería ser parece que les preocupa más el bienestar de la niña) hemos decidido aplazar el inicio de sus actividades en pro de la tranquilidad de Gemma y la estabilidad emocional de ella; nos hemos reunido con el eap (equipo de asesoramiento psicopedagógico de la escuela)que pretendía, un año más no adaptarle la metodología Gemma, ante eso nos vimos obligados a solicitar que Gemma fuera bajada de curso escolar (porque pasamos de hacerle pasar un mal rato sabiendo que no se iban a obtener resultados cuando ya de entrada nos dicen que tercero lo va a repetir, entonces para que la pasan de curso?); nos reunimos con la inspectora de educación y llegamos al acuerdo de la adaptación metodológica también a la hora de examinarla, que continue en tercero, y que se le pondrá un segundo maestro en el aula de apoyo; nos toca reunirnos, de nuevo, con el eap y la tutora del aula de Gemma y nos dicen que haciendo números pues que: el segundo maestro sólo lo van a dejar unas horas en el aula de tercero A y que así economizan recursos y lo aprovechan para otras aulas (indignante), que aunque la logopeda y la inspectora recomienden descargar tensión a Gemma y facilitarle el trabajo de manera oral, que lo harán sólo a su criterio y, que sólo en algunos casos le harán los examenes orales, que a veces le leeran los enunciados pero que seguirán con los dictados (los transtornos que den síntomas de dislexia, aunque vengan provocados por cualquier otra cosa se han de tratar como dislexia, pero eso da igual), se nos recuerda lo mucho que hacen por Gemma año tras año y que entendamos que hay lo que hay y ya está, pìdo que si hemos de trabajar más en casa que manden la tarea a casa y que, por lo menos le respeten el tema oral y esta semana así lo han echo pero sin darnos indicaciones de como hemos de hacerlo. Estamos impotentes, indignados, cansados, tristes y desolados.
Todo esto ha sucedido entre nervios y llantinas de Gemma (que ya no es un bebé y es perfectamente consciente de sus diferencias con los demás) por lo duro que se le está haciendo este curso (y sólo acaba de empezar), las hormonas revolucionadas de mi embarazo (que afortunadamente va genial) y del cambio hormonal que ya despunta en Alicia (bueno y aunque menos acusada la pre crisis de los cuarenta del costillo).... en fin.... seguiremos luchando aunque se acaben las fuerzas.
Ante todo esto sólo me queda una reflexión:
" Si todos somos distintos (aunque iguales ante la ley) porque no se nos educa de manera distinta a todo el mundo; creo que ganariamos todos: los "normales" porque alcanzarian su máximo potencial y los "taraditos" también, incluso nos sorprenderían. Porque hemos de adaptarnos a una mayoría y a una normalidad establecida en la que nadie se puede identificar porque está de muchos y muchos parámetros de individuos muy distintos entre si, todo el mundo tendria que tener una adaptación curricular individualizada y aprender a su ritmo. No lo puedo entender"
Ahora ya todavía nos queda reunirnos de nuevo con inspección, la prueba de GEmma, ir al conseller de educación y que la logopeda meta presión.